Seguidores

09 agosto, 2010

Él.

No entiendo como ni por que. Un día normal, sin nada que hacer, me encuentro sentada en la silla frente a la pantalla del ordenador hablando con la gente, como algo normal en un adolescente supongo. El aburrimiento empieza a penetrarse en mi, y consigue que acabe aburriéndome de todo. Llega la hora de irse, ya no tengo nada que hacer, pero algo me dice: Quédate. Sin saber por que y perdiendo el control de mi cuerpo le hago caso a esa extraña voz sin preguntarme si quiera quien o que lo dice. Me quedo sentada esperando una respuesta a porque estoy parada sin nada que hacer allí sentada aburrida y cansada. Decido esperar esa estúpida respuesta sabiendo que no va a llegar. Me distraigo mirando fotos, hablando con mi mejor amiga, y de repente ¡Ahí está! Lo que esperaba para poderme animar. No me molesto a hablarle, tal vez por miedo, o vergüenza.. Sí, es por eso, es por vergüenza. Solo el hecho de ver su nick hace que mi corazón de un vuelco tan fuerte del que me provoca un fuerte dolor en el pecho. Sigo sin hablarme, y el a mi, pero aún así, saber que está bien, aunque no me lo halla dicho, me reconforta de tal manera que llego a ser feliz por lo menos un instante. Miro su foto, me fijo en sus ojos, su boca y pienso ¡Dios mio como me gustaría tenerle delante! Como un sueño que nunca se cumplirá sigo imaginando que algún día se fija en mi, que me dice que me quiere, aunque no pierdo la esperanza, tampoco me olvido de ser realista. Sé que nunca pasará, que yo para el solo soy una mas del montón, una estúpida niñata que nunca va a madurar, pero lo que no sabe es que si hago todo eso, es solo por llamar su atencion, ya que de otro modo o consigo que se fije en mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario